sábado, 26 de enero de 2008

Poemas III

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Un brindis con instinto
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No cierres los ojos

Paladea el sabor amargo de las evidencias

Descarga toda la furia que acunaste

Llora hasta que se te arrugue la mueca

Grita y que se te desgarre la voz

Muerde hasta que te crujan los nervios

Lucha por que te bullan las venas

Déjate trascender más allá


Baila entre llam
as

Pierde la piel

Folla salvaje


Vuela sin pensar en la ingravidez

Ama sin pensar en el amor

Odia todo lo poco que puedas

Prueba por haber probado

Estudia tus heridas

Aprende del dolor

Disfruta de la mezcla.
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Me viene bien
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Completamente descompuesto
mojado en llanto

le hablo a la vida:

Me viene bien que desfallezca

Me viene bien que no me quieras

Me vienen bien las lágrimas

Me vienen bien las palabras de rencor

Me viene bien llegar al límite

Me viene bien caer al fondo

Me vienen bien mis monstruos

Me vienen bien las horas de terror

Me viene bien el ridículo

Me viene bien el escándalo
Me viene bien el hastío

Me viene bien el horror

Y una vez ya recompuesto

decirle bello al sufrimiento

después de un gran suspiro

por todo este dolor.

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La revolución
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La revolución se esta construyendo a si misma


ahora mismo flota en el aire

Bien podría estar camuflándose como las motas de polvo

o como los átomos de hidrogeno que forman la lluvia

o quizás sea la brisa que todo lo mueve un poco

o tal vez tome la forma de los rayos del sol

Ahora mismo se esta introduciendo en todos nosotros

poco a poco perforara la capa de tejidos

atravesara la grasa

y empezara a bañarse de rojo


Ya excitada y vibrante

seguirá sumergiéndose

hasta llegar a aquel sitio

que por su magnetismo no puede ser más que otro

el fin del trayecto


Y rodeada de materia latiente

y sumergida en el núcleo de energía

la revolución empezara a convertirse en el impulso

en la constancia por el cambio

en la mirada introspectiva


La revolución tomara la forma de la furia

de la rabia bien usada

de la acción creativa


La revolución será nuestra sangre

el arte

el aire

la voz


y reventara hacia fuera


inexorable

convertida en el mayor alarido de la historia.

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Dejarse a un lado
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Dime que no dejarás que se te apague la sonrisa
que vas a evitar que se te arraiguen los rencores

que quieres subir alto y hasta lo imposible


Dime que jamás reprimirás tu vuelo

que vas a evitar volver a caer en el abismo

que no dejarás que la calma te duerma

que vas a impedir que el asombro te olvide

que las dudas te escapen


Dime vas a intentar incendiarme por dentro

que quieres encontrar las palabras

que estremecen al alma


Dime que quieres acompañarme

que vas a luchar por que lleguemos a conocernos

y que eres consciente...


que sólo tal vez

también lo nuestro

quizás solo sea
. . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . . . . . . . . dejarse a un lado.
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El presente
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El presente, de vez en cuando

se convierte en un destello

único y enérgico

que nos atraviesa


Se adhiere a nuestros poros

Se crece ante nosotros

Nos folla por los ojos

Nos mata sin parar.

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Dígame usted
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Dígame usted
de que nos sirve

si a los dos nos esta pudriendo las entrañas

Dígame usted, por favor

¿Porque aparta la mirada?

¿Porque firma los papeles?

¿Porque acepta las órdenes?

¿Porque aprieta el gatillo?

¿Porque se resigna?

¿Porque se miente a si mismo?

Dígame usted, si no lo siente

si no le arde

si no le esta matando por dentro


Dígame usted

de que nos sirve

si no nos hace nada más que mal

no querernos

aunque solo sea un poco


Dígame usted, por favor

si no sintió el éxtasis

alguna vez en su vida

al ser benevolente

al amar

al darse por completo

Dígame, sinceramente

si no lo echa de menos

Sepa usted

que ese no es el camino

pero que nunca es tarde

para volver a encontrarlo


para rectificar.

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